martes, 8 de enero de 2013

Visita a un horno romano y a una laguna

Como los dos objetivos están relativamente cerca, me propuse visitarlos de una tacada.
 Me dirigí en coche hasta Chiclana para buscar la carretera o camino de El Fontanal. Me entretuve en fotografiar todo lo que aparecía en el arcén.
                    Silene colorata
                                           Me llamó la atención la gran cantidad de orugas.


                                                               Euphorbia terracina 


                                                           Cerinthe major subsp. gymnandra


             Salvia
 El estornino negro (Sturnus unicolor) es un ave paseriforme de la familia de los estorninos, Sturnidae. Está estrechamente relacionado con el estornino pinto, pero tiene una distribución mucho más limitada y no es migratorio. Este estornino es residente de la península ibérica, noroeste de África, Sicilia, Córcega y Cerdeña.




 El yacimiento arqueológico de El Fontanal, del que actualmente es visible un horno, carece de total protección ante el acoso de expoliadores y el riesgo de actos de vandalismo.
Colindante al horno hay un promontorio de la misma altura que éste, que está cubierto de arbustos y pequeños eucaliptos y que acumula cada vez más escombros, entre los que se pueden distinguir piedras propias de las construcciones del período del yacimiento. Todo apunta a que bajo esta pequeña elevación haya otro horno de las mismas dimensiones.




                                                              Restos cerámicos








                                                             Restos desprendidos del muro


 En este punto hay un cruce de cordeles o cañadas. Aquí se inicia una ruta que se dirige al Complejo Endorreico de Chiclana(clique) un valioso humedal declarado reserva integral zoológica ye incluida en el Convenio RAMSAR.
El recorrido sigue la antigua vía pecuaria del cordel del Fontanar.

                                                Los almendros empiezan a mostrar sus flores.

                                                                              Hojas de acanto

                                                                Myoporum laetum

Ya de vuelta,  me topé con numerosos gallos de pelea que tomaban tranquilamente el sol- Me trajeron recuerdos de mi infancia. En Cádiz, en la calle Avenida de Portugal, había un bar denominado Ferrocarril (estaba situado en las cercanías de un paso a nivel). En su interior había un reñidero. Era una pequeña plaza en miniatura que imitaba a la de los toros. Allí se celebraban las peleas de gallos).






 La pelea de gallos es considerada como un deporte tradicional o afición por algunas personas, mientras que para otras es un caso de crueldad hacia los animales.
              Aquí paso un rato conversando con los galleros.

Los detractores apuntan a diversos motivos para solicitar su prohibición. Según el responsable de ADENA en Canarias, las peleas de gallos "causan graves problemas a los animales". Respecto al argumento de los criadores de que "(estos gallos) están en una continua lucha jerárquica y su instinto es matar al rival" respondió que "es cierto el hecho de que la rivalidad entre gallos es instintiva, pero otra cosa es que se le entrenen y se les ponga en un sitio específico con el único objetivo de ver cuál desarrolla más sus habilidades" y que "una cosa es la competencia instintiva y otra cosa es propiciar el espectáculo con la pelea y la muerte de los animales".


 Desde Ecologistas en Acción afirman que no puede justificarse la celebración de las peleas de gallos con que mantiene la existencia de una especie como afirman algunos partidarios, porque en realidad "este tipo de gallo no es ni mucho menos una especie, sino una raza, resultado de cruces artificiales, y no está fijado su fenotipo".
                                                                                Silene latifolia ?

Desde El  Fontanal se divisa la pirámide de Polanco. Allí está la Laguna de la Paja, mi próximo objetivo.
Una carretera me lleva directamente al Polígono de Pelagatos. En las cercanías se encuentra la laguna.

Laguna de la Paja
 Desde el año 1995 la Laguna de la Paja está declarada como Reserva Natural Concertada, siendo sus principales fines la conservación de especies de aves acuáticas amenazadas así como el desarrollo de actividades de educación ambiental.






 Tiene una superficie de 39´72 hectáreas que incluye el vaso lagunar y una franja perimetral de protección.
La laguna es de carácter temporal y prácticamente dulce. Los aportes de agua se deben fundamentalmente a la lluvia y a la escorrentía superficial aunque tiene también relación con un acuífero local.


Recorrí todo su contorno.

 Prácticamente toda la laguna está cubierta por eneas  (Typha dominguensis) y bayuncos (Scirpus lacustris). También se encuentran plantas estrictamente acuáticas como los ranúnculos.
                                                                 Ranunculus peltatus



  Es un excelente hábitat para especies como el gallipato, el sapillo pintojo meridional y muy especialmente, por su abundancia, para el sapo de espuelas, que aprovecha el suelo arenoso de su entorno para excavar galerías donde refugiarse en los meses de estío.





                                                                        Leguminosa
                                                                            Centaurea

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