jueves, 27 de octubre de 2011

Tejo (Taxus baccata)

  En nuestra visita a Ronda (Málaga), encontré, en los jardines de la Alameda, un ejemplar de tejo. 
Es un árbol singular que podemos encontrar en la Sierra de las Nieves.
 Tejo (Taxus baccata)


Sus virtudes curativas son conocidas desde hace milenios. El emperador Claudio publicó un edicto en el que señalaba al tejo como el mejor antídoto contra las picaduras de ofidios.


Todas las partes del tejo, excepto la carne roja de las bayas (arilos), contienen taxina, un potente alcaloide. Julio César cuenta que Catuvalcus, jefe de los eburones, se suicidó con una infusión de tejo.


Este  árbol de apariencia discreta es uno  de los que más influencia ha tenido en la historia de Occidente. Se ha utilizado, desde tiempos muy lejanos, por la dureza de su madera, en la fabricación de armas y otros utensilios. 


 En vez de tener un cono leñoso de conífera como las típicas gimnospermas, la estructura reproductiva de esta especie consiste en una sola semilla que se recubre de una carnosidad. Esta cubierta es derivada de un cono profundamente modificado.





En el tejo europeo (Taxus baccata), los arilos comienzan como una banda verde en la base de la semilla, luego madura a pardo y a rojo mientras se alarga y sigue envolviéndola, pasando a muy carnosa y escarlata en color a madurez. El arilo es atractivo para las aves y no es tóxico (todas las otras partes del tejo lo son), sirviendo a la dispersión de la especie, que digieren el aril carnoso como una fuente de alimentación, y los excretan luego.




Flor del tejo
 En España existen algunos ejemplares milenarios como el de Barondillo, el de Bermiego y el Bosque de Tejedelo.


                                                                                               

1 comentario:

  1. Gracias por tu blog.
    Aprovechando tus conocimientos y tu paso por la Alameda de Ronda, quería consultarte sobre un árbol que debe haber por allí que da unas vainas planas muy grandes, con una especie de melaza dulce en su interior.
    Hace unos años recogí del suelo unas semillas para reproducirlas, sin llegar a ver el árbol del que procedían, creyendo que podrían ser de algarrobo.
    Cuando germinaron empecé a pensar que me había equivocado, ya que los árboles que salieron se parecen más a acacias.
    Muchas gracias de nuevo por tus fotos y tus textos.

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