jueves, 14 de abril de 2011

TURDUS MERULA

 Esta mañana en el Parque Genovés (Cádiz) me encontré a este atareado mirlo.
 Recogía ramitas,  con las que se perdía entre las ramas de los árboles.
 Es una hembra. Tiene un color pardo que la distingue del macho, que tiene un color negro más intenso.
 Construye el nido a un nivel bajo (arbustos, setos, árboles pequeños, etc. Pone varios huevos de color azulado.
A los 12 días, las crías, abandonan el nido. Pero durante un tiempo dependen de la madre.
Son omnívoros. Se alimentan de insectos, lombrices,... Y muy aficionados a las frutas. Si queremos encontrarlos, sólo hay que buscar, en el tiempo que tienen frutos, un moral o una higuera.

 A principios de la primavera, en horas del crepúsculo, el mirlo desgrana un melodioso canto.

Originalmente, era un ave migratoria, pero  se han vuelto sedentarios. Es  fácil verlos en los jardines de cualquier pueblo o ciudad.

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